jueves, 28 de febrero de 2013

Un día cadavérico.

Soy un saco de dolor.

Soy un saco de huesos.

Ese momento en el que quieres gritar hasta desgañitarte la garganta para no acabar llorando. Ese momento en el que se te antoja una caja de pastillas antes que afrontar el mañana. Cobarde, cobarde, cobarde. Saltaría a las vías si me dejaran.

Soy un cartucho de dinamita al lado de la lava.

Soy un vaso de fino cristal de nitroglicerina cayendo al suelo. Boom. Ese momento en que quieres gritar y alguien te obstruye la boca con una mano. Un saco de basura. Un saco de cadáveres. No te dejan. Te ahogas. Sangras por dentro... y mueres.

Soy un saco de dolor, rabia, ira, llanto, infantil, miedosa. No valgo. No sirvo. Quiero mi rincón. Quiero que me devore el monstruo del armario. Quiero que el monstruo de debajo de la cama me repase los huesos. Quiero que vuelva. Quiero que esa cosa se vaya. Dos años a lo mejor antes. A lo mejor todo iba mejor. Quiero gritar y no puedo. Quiero llorar y no me dejan. Quiero morir.

QUIERO GRITAR

3 comentarios:

  1. Sal a caminar..a pasear..y ponte a contemplar todo lo que veas...de esa forma puedes calmar la angustia..pero si no puedes hacer eso o no te resulta, llora...eso ayuda..
    pero lo ideal sería que desahogues todo eso que sientes escribiendo, creando nuevos personajes o mejorando los que ya haz creado :)
    Tranquila..toda angustia pasa..tranquila..solo respira mirando al cielo...
    Y quiero leer la descripción del bosque :)
    Bendiciones...

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  2. Grita y olvídate de lo que puedan decirte DDD: No te dejes oprimir, no tienes por qué aguantarlo T__T

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  3. Dios, a veces yo también me siento así.
    Quieres gritar hasta romperte las cuerdas vocales...
    Besos, Amanda.

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